sábado, mayo 18

Ejes para la lucha social y política contra el régimen chavista

La falsa oposición (MUD, interina) sigue obsesionada con la fórmula electoral como salida al chavismo en Venezuela. No es que los operadores de la falsa oposición crean que es posible derrotar al chavismo en unas elecciones ya fraudulentas porque incluso bajaron la banderita de las condiciones electorales mínimas en las negociaciones en México. Detrás de las negociaciones con el chavismo y la vía electoral está la urgencia de la falsa oposición por reconciliarse con el régimen chavista y entrar cuanto antes en su nueva normalidad, una suerte de concubinato político formalizado que les permita a ambos seguir función.

Cada vez que los operadores de la falsa oposición son cuestionados sobre la irracionalidad política de la opción electoral, adoptan una postura defensiva afirmando que ya no hay nada más que hacer porque hasta los intentos militares, que ellos mismos han -incluso saboteado-, han fracasado. . Con la falacia de un candidato unitario seleccionado en las primarias que entusiasma a los votantes y vence la abstención, aseguran que el chavismo podría ser derrotado electoralmente. El argumento reduce toda acción política a un esfuerzo de jingles y marketing para excitar a los incautos sin importar la falta de condiciones y garantías para unas elecciones transparentes.

Tampoco hablan del impacto electoral que tendrán los 7 millones de venezolanos en el exilio, que no podrán participar ni votar. Con un simple saludo a la bandera, la falsa oposición exigió que se permitiera votar a estos venezolanos. Ya sabemos que eso no sucederá porque el régimen chavista jamás lo permitiría, pero tampoco importa porque no será una cuestión de honor para la falsa oposición participar en el fraude electoral de 2024.

Si fueran consecuentes y honestos con su propio enfoque electoral, al menos condicionarían su participación a que los venezolanos en el exterior pudieran votar. Pero como ya explicamos, lo que le interesa a la falsa oposición no es ganar elecciones imposibles contra el chavismo sino formalizar el bochornoso barraganato político que opera informalmente desde hace 20 años.

La rendición electoral de la falsa oposición ha debilitado todos los esfuerzos por derrocar al régimen chavista y al mismo tiempo explica la relativa fortaleza del chavismo para mantenerse en el poder a pesar del rechazo de más del 80% de la población venezolana. Por supuesto, además de no tener una oposición real, el estado chavista cuenta con un apoyo estructural en sus fuerzas armadas y cuerpos paramilitares que sistemática, selectiva y deliberadamente utilizan la violencia con fines políticos.

Desde el punto de vista político, el régimen chavista se aprovecha de las debilidades electorales de la falsa oposición. Y es que el sometimiento de la falsa oposición al régimen ha llegado al extremo de renunciar a las condiciones mínimas y garantías de transparencia para participar en estas elecciones. Es un esfuerzo infructuoso y sin sentido tratar de sacar al chavismo del poder porque todo el chantaje está articulado para fabricar otra victoria electoral del chavismo orquestado por su sofisticada maquinaria de fraude. Con la ventaja añadida para el chavismo de ser reconocido y aceptado ante propios y extraños siempre que la falsa oposición se preste a validar estos fraudes electorales con su participación.

Por eso siempre hemos postulado la tesis de la abstención militante como forma de oposición política al estado chavista para buscar su desacato total. En el pasado, por brevísimos momentos, la falsa oposición ha coqueteado con la idea de la abstención pero totalmente condicionada por falsas expectativas coyunturales de volver a su posición electoral original. La abstención es efectiva si se asume como una estrategia sostenida de mediano a largo plazo para debilitar y romper el régimen. Lo que ha hecho la falsa oposición en el pasado no es más que bufonadas y circo llamando a la gente a no votar y luego volver arrepentida a disculparse con el régimen chavista por el error que cometieron.

Además de socavar la legitimidad del régimen a través de la abstención, existen otros ejes de lucha que podría asumir una vanguardia política organizada. En este momento de relativa fortaleza del régimen chavista, la balanza de poder se presenta como suicida al intentar buscar un enfrentamiento militar y político con el régimen. Mientras el Estado chavista resuelve sus contradicciones internas y el país se derrumba bajo el impacto de su política, se abren inmensas posibilidades de lucha social con consignas reivindicativas que sintetizan el deterioro de las condiciones socioeconómicas y materiales de vida de millones de venezolanos.

Mientras la falsa oposición continúa enredada en su juego electoral en Venezuela, cada día se realizan cientos de protestas y movilizaciones. Las motivaciones detrás de estas protestas no son tan ambiciosas para buscar un cambio de régimen político, sino para abordar temas más locales y específicos que tienen que ver con la supervivencia diaria de los venezolanos. El desmantelamiento de la economía ha hecho prioritaria la lucha por mejores salarios para trabajadores y pensionados. Pero también están los problemas de los servicios públicos precarios, los servicios médicos y hospitalarios deficientes, etc.

La reciente movilización nacional en defensa del bono vacacional ha sido tan espontánea y sorprendente como la abstención consciente y militante adoptada por millones de venezolanos como forma de lucha contra el chavismo. En el caso del bono vacacional, se dio la inesperada combinación de venezolanos chavistas y no chavistas afectados por el mismo problema, lo que permitió que la protesta ganara tal masa crítica que obligó al régimen a retractarse en su intención defraudadora. prima del trabajador.

Una victoria modesta pero efectiva que mostró caras nuevas en los estancados gremios y sindicatos y que también podría inspirar otras jornadas similares que permitan acumular fuerzas sociales para enfrentar al estado chavista desde los ejes social y económico al tiempo que se alcanza una masa crítica militar y militar. surge un enfrentamiento político o una fractura interna que precipita su caída.

No es cierto, como dice la falsa oposición, que la única forma de enfrentar al chavismo es a través del proceso electoral. Hay otras vías que parecen más efectivas y prometedoras, como la abstención electoral y las protestas sindicales y reivindicativas, si lo que se quiere es sacar del poder al chavismo y no convivir con él.

@humbertotweets

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Hildelita Carrera Cedillo
Hildelita Carrera Cedillo