lunes, abril 29

un concierto sinfónico para personas neurodivergentes

(CNN Español) — Como un pañuelo de seda que viaja por el aire, acariciando y enamorando al público de un concierto diferente. Así vivieron los espectadores este jueves la experiencia musical adaptada de Disney para personas neurodivergentes. Un evento que la compañía calificó como la primera función de este tipo en Latinoamérica en una sala de la talla del Teatro Colón. “Me pareció que estaban igual de encantados”, dice Thiago Tiberio, director musical a cargo del espectáculo organizado en Buenos Aires.

La iniciativa se dio como parte del programa “Disney 100 en Concierto”, con motivo del primer centenario de la pionera empresa de entretenimiento.

“Para nosotros, este es un gran paso, para la industria, no solo para Disney”, dijo Belén Urbaneja, vicepresidenta de responsabilidad social corporativa, gestión de marca y diversidad e inclusión de The Walt Disney Company Latin America.

El espectáculo requirió una preparación ardua y detallada, un desafío que implicó caminar a través de un túnel sin saber qué encontrarían al otro lado.

“Vinimos (al Teatro Colón) a hacer encuestas constantes para poder calcular cuáles son los estímulos, que ya son demasiados”, explica Matías Cadaveira, psicólogo especialista en neurodiversidad, quien estuvo a cargo de la fundamental tarea de explorar el espacio del teatro mítico.

El objetivo era traer una experiencia sensorial, auditiva y lumínica amable y relajada que se identifique con un público neurodivergente en el que la hipersensibilidad suele ser una característica.

«El concepto de neurodivergente es amplio. Se trata de condiciones de aprendizaje como la dislexia, los síntomas de desatención, el espectro autista…», explica Alexia Rattazzi, psiquiatra infanto-juvenil y cofundadora de Panaacea (programa argentino para niños, adolescentes y adultos con condiciones del espectro autista). “Son divergentes en su función neurocognitiva respecto a la mayoría de la población”, explica la especialista, señalando que en la neurodiversidad todos somos diferentes.

Esta experiencia teatral nos permitió federar las diferencias de todo el público que siguió el espectáculo durante algo más de una hora.

“El volumen era bajo. No es que mareara. Fue divertido”, nos cuenta Inés Tavosnanska, una madre que asistió con sus dos hijos, uno de ellos neurodivergente. “Había música constantemente. Eso para mí es fundamental porque les atrae. Si es la parte del diálogo, al menos a mi hijo le cuesta seguirla”, continúa sonriendo.

Este fue uno de los aspectos clave del espectáculo innovador.

«Para ellos, lo más complicado es cuando pasas de algo muy suave, a algo muy fuerte, y luego nuevamente suave», explica Thiago Tiberio, quien remarca que era necesario subrayar con la orquesta que la música tranquila, el conjunto y la concentración ser la clave del éxito.

Este punto es tan importante como la empatía, advierte Matías Cadaveira, especialista en autismo. La psicóloga, que ha trabajado con la ONG Salidas Inclusivas, aboga por «cambiar el chip y entender que la discapacidad no está en la mente o el cuerpo de la persona, sino en entornos que no son lo suficientemente amables ni accesibles, ni adaptables y flexibles». «.

El trabajo de producción también incluyó la incorporación de un GPS de señalización para que, desde sus casas y antes del evento, el público se hiciera amigo del espacio que encontraría al llegar al teatro.

Belén Urbajena, impulsora de la iniciativa, admite: “Apenas vi el programa. Miré a la audiencia. Era que ahí estaba la respuesta a si el concierto funcionó o no.

Silencio espartano, concentración zen y deleite dionisíaco fueron la respuesta de un público que llenó el 70% del aforo de la sala (el máximo permitido) y dos pisos de palcos.

Sobre el escenario, en tanto, una orquesta de 60 músicos, cantantes, bailarines, acróbatas y una pantalla compusieron esta propuesta tridimensional. Clásicos como Cenicienta, El libro de la selva, La sirenita, La bella y la bestia, Frozen, Mulan, entre otros, tuvieron su lugar.

La capacitación fue vital, según el cantante Patricio Witis, quien señala que la asesoría de un especialista en espectro autista fue fundamental. “Ese tipo de conocimiento nos ha ayudado mucho a entender realmente por qué hacemos las cosas que hemos hecho”, dijo.

«Sabía que no recibiríamos aplausos, que no sería una cosa neurotípica efusiva, loca. Para mí fue una cosa muy bonita, muy tranquila, muy budista, muy tranquila», testimonia Thiago Tibeiro. Con la misma habilidad con la que maneja la batuta, este director brasileño afincado en Estados Unidos entiende que ser autista o manifestar otras formas de neurodivergencia no tiene por qué ser un obstáculo para disfrutar de un espectáculo. «No es bueno. No somos así. Somos seres humanos. Amamos a todos. Tenemos que hacer todo por todos», agrega.

Hildelita Carrera Cedillo
Hildelita Carrera Cedillo