domingo, mayo 19

La Ley de Zonas Económicas Especiales

La ley de zonas económicas especiales no es una solución a corto plazo, también requiere un espacio geográfico definido; un entorno que garantice la transparencia y la seguridad jurídica frente a la corrupción

Parece que las zonas económicas especiales fueron descubiertas o inventadas con la nueva ley recientemente promulgada para estos fines, olvidando que sus orígenes están en el puerto libre de Margarita y la zona franca del estado Nueva Esparta, seguido de otras zonas como Táchira. y Falcón. Con esto quiero decir que no se trata de crear leyes, sino de darles ejecución e instrumentación conforme a su objeto; Al final, Margarita se convirtió en un gran bodegón de licores, quesos y chocolates, sin mayor beneficio real para la ciudad que una economía productiva.

El modelo se salvó, porque no podemos decir que fue inventado, ya que las ZEE datan de los años cincuenta, en Irlanda y en los años ochenta recibieron un gran impulso con el presidente Den Xiao Ping, tras el estrepitoso fracaso del modelo maoísta produciendo el “ Comunas Populares” y el “Gran Salto”, ambos responsables de la “Gran Hambruna China”. Ambos modelos, luego de «aperturas y reformas», fueron reemplazados por municipios y el Partido Comunista admitió que la Comuna Popular fue un gran error.

No hay duda de que las políticas del socialismo del siglo XXI han tenido sus efectos adversos en la economía. El resultado de las elecciones de la UCV es un ejemplo de ello, y si se les ocurre hacer como en Barinas, sabemos el resultado. Pero para no desviarnos del tema de las ZEE, algo está pasando al interior del alto gobierno y de los órganos responsables de las políticas económicas, con sus guiños al neoliberalismo, en particular con la adopción de algunas de las recetas satanizadas de la moneda del Fondo. y los 10 Postulados del Consenso de Washington. No es casualidad ante la crisis vivida incluso antes de las sanciones, la falta de abastecimiento del mercado interno, la solución fue liberar parte de las importaciones, elemento esencial de una política económica volcada hacia el exterior. Lamentablemente, aprovechando las instalaciones de la «Puerta-Puerta», una perversa cadena de mercadeo se ha asentado contra la vieja consigna de «comprar venezolano» y de ahí ha derivado a importar estas escandalosas camionetas, propias de la clase poderosa y reinante, contra la industria automotriz venezolana.

En la misma línea del Consenso de Washington, la devolución de las propiedades confiscadas y privatizadas es otra señal. Hace unos días se anunció la venta del 5 al 10% de las acciones de Cantv, con un argumento impecable: “Necesitamos capital para el desarrollo de todas las empresas públicas, necesitamos tecnologías, necesitamos nuevos mercados”, parece. Sin embargo, es poco probable que la inversión extranjera invierta en una empresa que el Estado venezolano seguirá controlando; ni siquiera en una inversión de empresa conjunta

Las ZEE se caracterizan internacionalmente por sus 1) incentivos 2) regulación y 3) operatividad en términos de infraestructura industrial, infraestructura de comunicación, consultoría en sitio, mercadeo, mensajería o transporte, las cuales representan grandes debilidades frente a la competencia de otras ZEE.

No obstante su promulgación, representan una señal o un cambio en las políticas públicas porque contienen elementos claros y positivos de una apertura para atraer y facilitar el acceso a la inversión extranjera directa, que de otro modo no se lograría.

Atraer inversiones extranjeras siempre ha sido una carrera competitiva. En 2018 había más de 4.000 zonas económicas especiales que representan más del 41 % de las exportaciones mundiales, generan casi 68 millones de puestos de trabajo y reciben el 20 % de la inversión extranjera directa. Es que, como dicen, el papel lo contiene todo. Hay un largo camino entre decirlo y hacerlo. La autoridad reguladora debe crear el ambiente propicio para atraer inversionistas y su capital, es decir, crear un ambiente favorable, porque la desconfianza es alta y su déficit es mayor.

Uno de los grandes problemas que enfrenta es la falta de seguridad jurídica a pesar de la ley de inversiones extranjeras productivas (2017). El Índice de Percepción de la Corrupción, un instrumento que todo inversionista tiene en su mesa, indica que desde 2017 Venezuela ha registrado un descenso continuo, generando como resultado una “percepción negativa”. Otra debilidad es la transparencia. En este contexto, las autoridades deben actuar para mejorar su posición en los índices internacionales, para mejorar su imagen.

La intención y el objetivo no es deteriorar o descalificar este nuevo mecanismo para salir de la crisis socioeconómica a la que hemos llegado, combinándonos con los estados fallidos. En el Índice de Corrupción y Transparencia del año pasado, obtuvimos 14, en una escala de 100, donde (0) es el peor desempeño o mayor percepción de corrupción, no ha sido superado solo por Somalia (13), Siria (13) y Sudán del Sur (11). Supongo que el «cascarrabias» de algunas agencias públicas, funcionarios portuarios y de impuestos de ventas deshonestos, se deben estar frotando las manos con esta nueva ley, que quedará como un ejercicio legislativo más, si no se toman medidas para mejorar la imagen y ser más competitivos.

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Hildelita Carrera Cedillo
Hildelita Carrera Cedillo