El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ordenó la expulsión de 222 opositores que estaban encarcelados. Además, tras la aprobación de la Asamblea Nacional de este país de reformar la Constitución y así retirarles la nacionalidad al ser considerados «traidores a la patria», Ortega se pronunció sobre el operativo anterior y aclaró si hubo o no negociación para la expulsión