cartagena colombia. Crédito: JOAQUÍN SARMIENTO/AFP vía Getty Images
Ubicado en América del Sur, Colombia es uno de los países más grandes de la región con una diversidad privilegiada: desde selvas, montañas y desiertos hasta los bulliciosos centros urbanos de los Andes, su cultura y su gente.
Una población de más de 48 millones de habitantes, según la cifra oficial, tan variada como sus paisajes: la mayoría de los colombianos tienen ascendencia española, indígena y africana. Esta rica mezcla cultural ha hecho que la cocina, la música y el arte del país sean diversos y únicos.
Colombia es reconocida a nivel mundial por sus cultivos de café, siendo el tercer productor detrás de Brasil y Vietnam, según la Organización Internacional del Café. Pero también de ser el principal productor de cocaína del mundo, según el Factbook de la CIA.
Su ubicación estratégica en el mapa convirtió a Colombia en un centro activo del narcotráfico que aceleró su producción en la década de 1970 cuando grupos criminales “aprovecharon la tendencia del consumo de cocaína en Estados Unidos”, dice InsightCrime. En la década de 1980 surgieron los primeros carteles importantes de la droga: el Cartel de Medellín de Pablo Escobar y el Cartel de Cali en el suroeste del país.
La historia reciente de este país latinoamericano está marcada por un violento conflicto civil entre diferentes grupos guerrilleros, paramilitares y agentes del Estado financiados por el narcotráfico que se intensificó en la década de 1990. “En diciembre de 2016 el gobierno colombiano firmó una paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el vacío dejado por esta guerrilla fue ocupado por otros grupos rebeldes, según el Factbook de la CIA.
A pesar de décadas de conflicto interno y problemas de seguridad relacionados con las drogas, Colombia mantiene “instituciones democráticas relativamente fuertes e independientes caracterizadas por elecciones pacíficas y transparentes y la protección de las libertades civiles”, según la CIA.
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