viernes, mayo 17

Defensa de Genaro García Luna destaca inconsistencias en testigo que dijo que exfuncionario fue secuestrado por Arturo Beltrán Leyva

(CNN Español) — Durante una nueva audiencia del juicio que enfrenta Genaro García Luna en Nueva York, la defensa del exsecretario de Seguridad Pública de México interrogó este miércoles al testigo Israel Ávila y señaló algunas inconsistencias en su testimonio que ha rendido este martes ante la fiscalía. Despacho.

Ávila, un exnarcotraficante que dijo trabajar para el Cártel de Sinaloa y específicamente para el policía Mario Pineda Villa, alias “MP”, dijo este martes a la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York que su amigo y compadre Francisco Camacho, quien estaba a cargo de seguridad de Pineda Villa, le dijo que Arturo Beltrán Leyva había ordenado el secuestro de García Luna y sus colaboradores, porque no había respondido a las llamadas de la familia Beltrán Leyva, que lo querían encontrar.

En el juicio que se desarrolla en la corte del Distrito Este de Nueva York, García Luna enfrenta varios cargos de participación en una empresa criminal en curso y otros de conspiración para obtener, importar y distribuir miles de kilogramos de cocaína en los Estados Unidos, además de presuntamente hacer declaraciones falsas a las autoridades de inmigración de los Estados Unidos. El exfuncionario se declaró inocente de todos los cargos.

Según la declaración anterior de Ávila, García Luna y sus colaboradores fueron detenidos en 2008 en una carretera de Cuernavaca, Morelos, luego secuestrados y luego liberados. Según el testigo, Camacho dijo que la familia Beltrán Leyva le dio una casa por privar a García Luna de su libertad.

Sin embargo, durante el contrainterrogatorio de la defensa, el abogado Florian Miedel señaló que en varias reuniones anteriores con el gobierno de Estados Unidos, Ávila nunca había dicho que García Luna había sido secuestrado, solo sus socios.

Ávila respondió que eso fue lo que interpretó de lo que le dijo Camacho. No precisó que había secuestrado a García Luna, pero Ávila entendió que formaba parte de ese grupo cuando Camacho le dijo que había privado de la libertad a su pueblo.

¿Se podría confirmar el presunto secuestro de García Luna? 3:53

Selon le témoin, Francisco Camacho a ensuite été assassiné par Sergio Villarreal Barragán, alias «El Grande», qui a été arrêté en 2010 et a plaidé coupable aux États-Unis pour complot en vue de faire le trafic de cinq kilos de cocaïne et de lavado de dinero.

Este martes, Ávila había dado lo que dijo eran los detalles de los pagos que supuestamente iban destinados a García Luna en los libros de contabilidad que llevaba a Pineda Villa. Dijo que García Luna estaba registrado como «El Tartamudo» o «Metralleta», así se referían despectivamente los miembros del cártel al imputado.

Sin embargo, según el abogado defensor Miedel, durante una reunión con el gobierno en febrero de 2020, Ávila dijo que su nombre completo estaba en los libros de contabilidad y, aunque le mostró la transcripción de esa reunión, el testigo declaró que no recordaba haberle dicho al enjuiciamiento que había tomado esta nota.

Ávila también admitió que no tenía esos registros de pago y que nunca conoció a García Luna en persona ni habló por teléfono ni se reunió con él, aunque conocía al acusado, porque, según él, «García Luna trabajaba para el Sinaloa». Cartel».

La defensa también señaló el largo historial delictivo de Ávila. Además de comprar o alquilar casas para el cártel, el testigo admitió haber ayudado a secuestrar, torturar y matar personas. Admitió haber participado con «El Grande» en el asesinato de su jefe y «supuesto amigo» Pineda Villa, cuando Arturo Beltrán Leyva lo mandó matar porque, supuestamente, se puso del lado de los narcotraficantes Joaquín «El Chapo» Guzmán e Ismael «Mayo». Zambada durante la guerra que estalló en 2008.

Defensa dice que fiscalía no tiene caso fuerte contra García Luna

El abogado César de Castro, abogado defensor de García Luna, le dijo a CNN que el fiscal del Distrito Este de Nueva York “no tiene un caso sólido contra su cliente, solo testigos que no lo conocen” y que “para la mayoría de ellos, es solo alguien que vieron en la televisión».

El abogado agregó que los testigos llamados en el juicio contra García Luna “son presentados como personas que cometieron delitos menores y que luego le toca a la defensa pasar horas detallando la verdad sobre las barbaridades que cometieron”.

El otro defensor de De Castro y García Luna, Florian Miedel, buscó en sus contrainterrogatorios desacreditar la credibilidad de los testigos del fiscal.

Otro testigo en el juicio contra García Luna declara sobre su rol en el Cártel de Sinaloa

La fiscalía llamó entonces a Harold Mauricio Poveda Ortega, alias “El Conejo”, un ex narcotraficante colombiano que dice haber trabajado para el cartel de Sinaloa entre 2000 y 2009, muy cercano a Arturo Beltrán Leyva.

Poveda Ortega dijo que su papel en el cártel era asegurar los envíos de cocaína de Colombia a México y luego pasarla de contrabando a Estados Unidos. Fue arrestado el 4 de noviembre de 2010. En 2012 fue extraditado a Estados Unidos y en 2018 se declaró culpable en un tribunal estadounidense de tráfico de más de un millón de kilos de cocaína. Hoy, está en libertad bajo fianza en espera de sentencia.

El testigo agregó que cuando comenzó a introducir cocaína de contrabando en México, lo hizo de forma independiente, trasladando la droga en lanchas rápidas por la costa de Acapulco, Guerrero, zona que en ese momento estaba controlada por Beltrán Leyva.

Cuando Beltrán Leyva lo descubrió, dijo que lo había mandado matar y que, asustado, le pidió ayuda a Ismael “El Mayo” Zambada a través de un amigo, a quien le dijo que por miedo quería regresar a Colombia.

El testigo agregó que «El Mayo» y su hermano Jesús «El Rey» Zambada le compraron un boleto de avión a Bogotá, y que luego «El Rey» lo llevó al aeropuerto de la Ciudad de México y lo entregó a la policía federal, que fue escoltado directamente a la puerta del avión. Poveda Ortega aclaró que no tuvo que pasar por inmigración ni hacer ningún tipo de trámite y dijo que «fue maravilloso viajar sin ningún problema».

Además, dijo que permaneció un año en Colombia desde donde enviaba cargamentos de 10.000 kilos de cocaína a “El Mayo” Zambada. Cuando regresó a la Ciudad de México, dijo que lo recibieron de la misma manera que los Zambada lo habían enviado desde México. A su regreso logró enmendar su relación con Beltrán Leyva, al punto que se convirtió, según sus palabras, en un vínculo de «padre e hijo».

Poveda dijo que Beltrán Leyva le pidió en reiteradas ocasiones que aportara entre US$300.000 y US$600.000 para una colecta que realizan los líderes de los cárteles para “pagar al gobierno” y estar más protegidos. Dijo que a cambio de esos pagos tenían protección de la policía federal, estatal, judicial, municipal y vial, por lo que “estuvimos súper tranquilos”.

Poveda admitió que nunca conoció en persona a Genaro García Luna, pero que en una ocasión llegó a una de las casas de Arturo Beltrán Leyva y lo encontró bastante enojado, pues nunca lo había visto. En ese momento, Beltrán Leyva le dijo que habían recogido a Genaro García en Cuernavaca y que lo iban a matar. Según el testigo, Beltrán Leyva dijo que le iba a cortar la cabeza al entonces funcionario para que todos vieran que no era para burlarse de él.

Poveda dijo que luego le preguntó a Beltrán Leyva quién era García Luna porque no lo conocía y nunca había tratado con él, y fue entonces cuando Beltrán Leyva le informó que él era entonces secretario de Seguridad Pública.

Poveda señaló que en ese momento le dijo a Beltrán Leyva: “No lo mates, por Dios. No pienses en hacer eso. Ahí es donde nos vamos a meter en problemas”. El testigo dijo que no recordaba bien la fecha de este hecho, pero otros testigos en el caso dijeron que fue en 2008 y que “después de un tiempo, García Luna fue liberado.

Este martes, la defensa comenzó a interrogar a Lapin. El abogado César de Castro volvió a centrarse en los antecedentes penales del testigo. Poveda admitió que fue un narcotraficante muy exitoso que logró importar más de un millón de kilos de cocaína a Estados Unidos y que obtuvo una ganancia de entre 3 y 4 millones de dólares por 10 toneladas.

El contrainterrogatorio de la defensa continuará el jueves.

Hildelita Carrera Cedillo
Hildelita Carrera Cedillo