jueves, marzo 28

Qué hizo Rodolfo Hernández como alcalde de Bucaramanga y cómo quedó

(CNN Español) — Bucaramanga, en el norte de Colombia, fue el escenario donde despegó la carrera política de Rodolfo Hernández, quien ahora busca llegar a su hogar en Nariño. El ‘ingeniero’, como se hace llamar, llegó a la alcaldía en 2016 tras ganar por menos de 5.000 votos con el candidato que lo siguió y puso en marcha una gestión a la que ahora hace referencia continua.

Bucaramanga, conocida como la «Ciudad Bonita», es la capital del departamento de Santander. Habiendo amasado una fortuna en el negocio de la construcción, Hernández se inscribió para postularse para alcalde con un movimiento cívico independiente llamado «Lógica, Etica y Estética».

Y logró ganarse a un exalcalde liberal, con su discurso contra los “políticos”, con poco más de 77.000 votos (en un universo de casi 500.000 calificados).

Ahora que Hernández disputará la presidencia con Gustavo Petro en la segunda vuelta de las elecciones de Colombia, un repaso a sus vaivenes como alcalde puede dar pistas sobre su desempeño como directivo.

Las historias de Rodolfo Hernández en Bucaramanga, su caballo de batalla

Uno de los logros de los que más presume Rodolfo Hernández es haber reducido a cero el déficit. A principios de 2016, según su informe de gestión, el déficit de caja del municipio superaba los 236 mil millones de pesos. Su gobierno asignó recursos para sanear las finanzas y al cierre de 2019 no hubo déficit.

Es más, como afirmó en entrevistas e insistió en sus redes, dejó 100.000 millones en ahorros por las obras que estaban en marcha cuando salió del ayuntamiento.

Su política de austeridad ha supuesto una reducción del gasto en contratos de servicios y, más concretamente, en el presupuesto de radiodifusión y publicidad que se ha reducido en torno a una décima para 2019 respecto a la cifra de 2015.

Un ejemplo de la reducción de costos que defiende es el costo del transporte de los niños, que se ha reducido en alrededor de 3.000 pesos por persona bajo su administración.

Las buenas cifras del municipio llevaron a Fitch Ratings a anunciar una mejora en las calificaciones de corto y largo plazo de Bucaramanga en 2019.

Los contratos públicos, no solo en Colombia sino en toda América Latina, son uno de los grandes canales de corrupción en la gestión pública. Hernández, fiel a su retórica anticorrupción -aunque quizás contraria al caso de corrupción en el que está vinculado- destacó los procesos de contratación durante su cabildo en Bucaramanga.

De 2015 a 2019, por ejemplo, el número de postores en licitaciones públicas aumentó de un promedio de 1,4 a 40,2, según su informe.

Su informe también destaca la implementación de una estrategia encaminada a transparentar la contratación de empleados públicos y la ampliación del sistema de evaluación de los empleados municipales.

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¿Qué obras ha hecho?

El ayuntamiento de Hernández realizó 503 obras y dejó otros 42 «ambulantes», según él. De hecho, son cifras que repitió varias veces (aunque, por otro lado, en su sitio web habla de unas 300 obras. Según el portal Colombiacheck, en la alcaldía se estimaron en 500, pero dos de cada cinco no podría considerarse de alto impacto).

Su información personal habla de 92 recintos deportivos, 36 escuelas, 29 parques, 8 centros de salud y 18 ágoras.

A tres años de su salida del cabildo, algunos de los que más resuenan son de carácter cultural, por ejemplo la finalización del teatro Santander, inaugurado en 2019, la reconstrucción de la biblioteca pública Gabriel Turbay, el fortalecimiento de la Centro Cultural Oriente y el Palacio de Congresos Neomundo, ahora anunciados en las redes como parte de la campaña por la presidencia.

La gestión de la migración venezolana

Hernández dice que restablecerá las relaciones con Venezuela si es elegido presidente. Su abordaje de la crisis migratoria estuvo rodeado de polémica y le valió acusaciones de xenofobia cuando era alcalde, por ejemplo cuando declaró que las mujeres del país vecino que llegaban embarazadas y tenían a sus hijos en Bucaramanga eran una «máquina de hacer chinos pobres». niños).

En 2019, según su informe, poco más de 5.500 venezolanos fueron atendidos en el sistema de salud frente a los cuatro que se registraron en 2016 y había alrededor de 2.800 ciudadanos del país vecino en instituciones educativas.

Los 20.000 «hogares felices» que nunca llegaron a sus destinatarios

Las promesas incumplidas también están en el punto de mira. El más conocido es el programa 20.000 «casas felices» que, según cartas enviadas a algunos de los habitantes durante la campaña, preveía la construcción de 20.000 viviendas para las familias más pobres de la ciudad.

Hernández salió de la alcaldía sin cumplir. «¿No se pudo hacer todo? Pues no», dijo recientemente en una entrevista con La W. Resaltó que su compromiso era en realidad entregar 20.000 lotes urbanizados y que se pudieran construir casas a precios más accesibles pero que no No pudo comprar el terreno porque cuando le entregaron el ayuntamiento se encontró con que las cuentas no eran lo que esperaba. «No me dijeron… se robaron todo, saquearon Bucaramanga», dijo.

Esta no fue la única propuesta incumplida. En el campo de la salud, por ejemplo, uno de los objetivos era la construcción de cinco centros y, según su balance, solo se ha logrado el 11%.

En el campo de la movilidad tampoco se ha conseguido lo que se proponía.

Controversias mediáticas y problemas con la Fiscalía General

Su ayuntamiento también estuvo dominado por la polémica.

En noviembre de 2018 acusó a un concejal opositor, Jhon Claro, de no dejarlo hablar y de tener una “dictadura”. Lo llamó «sinvergüenza» y lo acusó de estar confabulado con los corruptos. En ese intercambio de palabras, Hernández se levantó de la silla y lo golpeó en la cabeza y también descargó una andanada de insultos que van desde epítetos hasta vulgaridades.

Fue un ‘error inducido por el hombre’, se disculpó más tarde, cuando la oficina del fiscal general lo suspendió por tres meses y un juez de segunda instancia lo multó con alrededor de 95 millones de pesos (unos US$23.000 en la actualidad). tipo de cambio) que exigió pagar en 190 cuotas de unos 120 dólares mensuales, informaron medios locales.

Sus escándalos le valieron múltiples sanciones disciplinarias por parte de la Fiscalía General. Según los informes, en 2019, Hernández abrió 34 investigaciones disciplinarias dentro de la agencia. CNN se ha puesto en contacto con esta entidad para solicitar información al respecto, pero aún no ha recibido respuesta. Ese año, alegando persecución política y cuando la fiscalía lo sancionó por su supuesta participación indebida en política, renunció como alcalde de Bucaramanga en septiembre de 2019.

Petro y Hernández, bajo la lupa de denuncias y acusaciones 2:49

La denuncia de corrupción que arrastra en su carrera a la Casa de Nariño

La fiscalía acusó a Hernández en 2021 de “interés indebido” en el infame caso Vitalogic, ocurrido cuando aún era alcalde de Bucaramanga.

La fiscalía, de la que se declaró inocente, dice que hubo presuntas irregularidades en un contrato de consultoría en tecnologías de gestión de residuos en el vertedero El Carrasco. El valor de este contrato fue de 336 millones de pesos colombianos (algo más de 85.000 dólares estadounidenses al valor de cambio actual).

Hernández insiste en que Nunca robé «un peso“y, en abril de este año, durante una audiencia, no aceptó cargos como mentira ideológica, contrato que no cumple con los requisitos legales e interés indebido en celebrar contratos, según la fiscalía. L caso sigue en curso.

El juicio de la opinión pública en Bucaramanga sobre Rodolfo Hernández

En la encuesta de percepción pública Bucaramanga Cómo Vamos 2019, Hernández logró una imagen favorable del 62%. El 52% de los encuestados dijo que había hecho un buen trabajo durante su mandato, y el 47% de los encuestados dijo que confiaba en su gestión, frente al 28% que dijo que desconfiaba.

Otro indicador que puede ser determinante para su apoyo está relacionado con la percepción de corrupción. En 2019, el 39% de la población creía que la corrupción había disminuido, casi el doble del 20% que decía que había aumentado.

En la medida Gallup de junio de 2019, previa a su renuncia, Hernández tenía un 64% de aprobación y un 28% de desaprobación.

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Con archivos de Melissa Velasquez

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