jueves, marzo 28

¿Qué hay detrás?

AFP

En esta densa y oscura nebulosa que es este régimen, cada semana aparecen agujeros negros que nos sorprenden por ser demasiado absurdos, y hemos entendido que son parte de su propaganda, contrapropaganda o distracción; pero hay otras que, por su tamaño e intensa gravedad, como la entrega de un millón de hectáreas a Irán para su cultivo, nos abruman no sólo por su desproporción sino también por su locura, que nos obliga a pensar: ¿qué es ¿detrás? dada la inmensa gravedad de otorgar dicho espacio a un gobierno extranjero sin que se ponga en entredicho la legalidad y el interés nacional. Supuestamente, este anuncio de entrega es producto del acuerdo de cooperación estratégica a 20 años de junio de 2022 entre los dos países, y su alcance abarca todas las áreas. En efecto, hoy los intercambios de petróleo, el suministro de diluyente, petróleo, componentes de gasolina y más recientemente el traspaso de refinerías a manos iraníes como El Palito, son conocidos y puestos en práctica a nivel energético.

Para dar una idea del tamaño, 1 millón de hectáreas son 10.000 km2. Es un área más grande que muchos estados de Venezuela como Trujillo (7.400 km2) y Yaracuy (7.100 km2), y cercana a la de los estados Táchira (11.100 km2) y Mérida (11.300 km2), todos con tierras para la agricultura. . Además, los 10,000 km2 representan un área más grande que todo Puerto Rico y un poco más de la mitad del territorio total de la República Dominicana.

También debemos considerar algunos aspectos relevantes con respecto a Irán. Tiene un sistema político definido como una teocracia, es decir regida por la ley islámica, donde existe la figura de un líder supremo que no es responsable y sus decisiones son estrictamente aplicadas por la nación. Este sistema político se combina con algunos elementos de la democracia, donde la elección de los funcionarios del gobierno se permite mediante votación, es decir, la religión domina el proceso político interno.

Como sabemos, la principal fuente de actividad económica de Irán proviene del sector petrolero, que hoy está sujeto a sanciones por un desarrollo nuclear cuestionado por el riesgo de tener capacidad para producir armas atómicas en una región potencialmente muy conflictiva y que además representa un zona de alto valor estratégico, tanto por sus reservas de petróleo y gas como por el abastecimiento mundial de hidrocarburos.

En cuanto al sector agrícola, según el Banco Mundial, la agricultura representa el 24% del PIB de Irán, y la actividad se concentra en el cultivo de cereales, como el trigo, el maíz y el ganado cuya lana se utiliza en la fabricación de alfombras persas. . . Irán se caracteriza por ser uno de los principales productores de pistachos del mundo, para lo cual utiliza unas 340.000 hectáreas. Entonces nos preguntamos cuáles serían los aportes al desarrollo agrícola que nos trae Irán, mientras que además el sector agrícola en Venezuela está en crisis, por falta de fertilizantes, electricidad, combustible, etc.

Ahora bien, tomando como referencia la propia ley de tierras y desarrollo agrario, aprobada por la Asamblea Nacional en el año 2001, donde el censo agropecuario realizado nos indicó que había 1.903.000 hectáreas con tierra de buena calidad agrícola (casos I y II) y 2.678.000 hectáreas de calidad agrícola media (casos III y IV); el resto, “6.648.000 hectáreas, son tierras cuya calidad agronómica es marginal para la agricultura. Es decir, un total de 11.229.000 hectáreas son tierra cultivable en nuestro país, y el equivalente al 10% se destina a Irán. Esta simple comparación nos lleva a excluir que el propósito real sea destinar un área inexistente a la agricultura, a menos que sea en pequeñas porciones de 100-200 hectáreas distribuidas en diferentes regiones del país, escondidas para este supuesto propósito,

Pero, si vamos al texto de la Constitución, que tanto dice para defender y respetar la llamada revolución, allí podemos encontrar que: en el capítulo II, sobre el Territorio… nos dice: «El territorio nacional nunca podrá ser cedida, transferida, arrendada o enajenada de otro modo, ni siquiera temporal o parcialmente, a una potencia extranjera”.

Entonces, hay que preguntarse: ¿qué hay detrás de todo esto?

Provocación al mundo occidental, con especial énfasis en Estados Unidos, mostrando básicamente una supuesta unión política con el régimen iraní, su enemigo jurado. ¡Provocación peligrosa! Cuestión de extrema cautela, en circunstancias como las que estamos viviendo actualmente, dado el nivel de incertidumbre y volatilidad que estamos viviendo, con la guerra en Ucrania, la tensión con Taiwán y el equilibrio de suministro energético global.

Anteriormente indicamos el tipo de sistema político en Irán, y es importante mencionar que los chiítas no minimizaron su determinación y su espíritu de expansión y conquista, prueba de ello es su presencia en Irak, Yemen y el conflicto con los sunitas, a lo que se añade Israel.

Podemos asumir y exponer muchas otras hipótesis, entre las cuales si la riqueza mineral existente en nuestro país vendrá a continuación como otro anuncio derivado de la adjudicación de 1.000.000 de hectáreas. Teniendo en cuenta los absurdos de la Venezuela de hoy, donde no sabemos dónde estamos ni adónde vamos. Todo esto nos permite cuestionarnos con confianza… ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Ya sabemos lo que no es el pistacho?

Además, a los grupos políticos de la oposición, que hasta ahora no han dicho una palabra sobre algo tan delicado que atañe al presente y al futuro del país, ¿han entendido, saben algo al respecto que no sabemos los ciudadanos? ¿saber?

@JFernandeznupa

 

La entrada ¿Qué hay detrás? se publicó por primera vez en EL NACIONAL.

Saenz Olvera
Fito Saenz Olvera