Una nueva disputa involucra a la filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Bonaire. Esta vez, la empresa estatal venezolana aparece del lado de los demandantes. Su oponente es una empresa en la sombra registrada en Mabé, una de las 115 islas de las Seychelles, un archipiélago en el Océano Índico, a 1.800 kilómetros de Tanzania (África Occidental). Es un paraíso fiscal, famoso por escándalos internacionales como los Papeles de Panamá y, más recientemente, los Papeles de Pandora.
El centro de la disputa con Alphaville Holdings Limited es un cargamento de 384.000 barriles de crudo, almacenados en tanques pertenecientes a Bonaire Petroleum Corporation (Bopec).
PDVSA y sus inversiones en Bonaire
El capital social de Bopec proviene de Propernyn NV. Es una empresa registrada en los Países Bajos que ha sido utilizada por PDVSA para sus inversiones en el extranjero.
Este crudo fue incautado por orden judicial cuando PDVSA dejó de pagar el almacenamiento en la planta de Bopec en septiembre de 2017.
La gestión de los activos de Bopec se confió a un «síndico de quiebras», Constantin van Liere. Para compensar los perjuicios causados por la demora en los pagos, se ordenó la venta de todo el petróleo y derivados que se encontraban en la terminal de aguas profundas de Bonaire.
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