viernes, marzo 29

«El acuerdo nacional debe pasar por las manos de Uribe»

(CNN Español) — El 7 de agosto será un día histórico para Colombia: un partido de izquierda tomará el poder por primera vez, tras una tradición marcada por sucesivos gobiernos de derecha. El presidente electo, Gustavo Petro, deberá enfrentarse a un país dividido. En las elecciones del pasado domingo, el Pacto Histórico obtuvo el 50,44% de los votos, pero su oponente, la Liga de Gobernadores Anticorrupción de Rodolfo Hernández, alcanzó el 47,31%.

En diálogo con María O’Donnell y Ernesto Tenembaum en el programa Conecta2, el senador Armando Benedetti, jefe de campaña y hombre de confianza de Petro, advierte que uno de los principales desafíos es llegar a un acuerdo nacional.

María O’Donnell: Esta es la primera vez que la izquierda gobernará en Colombia. Sin embargo, durante la última parte de la campaña, Gustavo Petro aseguró que las cosas no iban a cambiar mucho y que no había que tener miedo. ¿Qué significa, entonces, que gobernará la izquierda? ¿Cuál sería la marca del nuevo gobierno electo?

Armando Benedetti: Hay que decir muy claro que no es que Petro haya cambiado, lo que ha cambiado es la estrategia para que lo escuchen y esta vez logramos que mucha más gente lo escuchara. Esta izquierda de la que estamos hablando hoy, que llamamos progresismo aquí en Colombia, no tiene nada que ver con este comunismo de los años 80 y 90. Lo que tiene que hacer es una izquierda nueva que se esté poniendo, se puso en Europa, que tiene que ver con una mayor inclusión social y con el acceso real de todos los ciudadanos a la educación, al trabajo, a la salud, que es muy difícil en ese país, así como al empleo y a la vivienda.

Si se suman los votos del ingeniero Rodolfo Hernández y los de Gustavo Petro en primera vuelta son casi el 68%, lo que dicen no quiere más. Lloran por el cambio. Esto es lo que representa Gustavo Petro. Más que ser de izquierda o de derecha, es un verdadero cambio.

María O’Donnell: Llamaron a un gran acuerdo nacional porque también se necesitan mayorías parlamentarias. Una figura clave en la política colombiana es Álvaro Uribe, ¿qué papel imagina para el expresidente de Colombia en este contexto?

Armando Benedetti: El acuerdo nacional fue un punto muy importante que Petro abordó en su discurso y que está en el ADN de este gobierno. De hecho, nos hemos reunido con los presidentes y jefes de los grupos económicos más grandes del país, y no para pedirles su voto o el financiamiento de su campaña, sino para decirles que este espacio que abrimos aquí para la conversación , por consenso, es el mismo que habrá después de nuestra victoria. No habrá tributación, no afectará a las mayorías sino todo lo contrario.

Un dato que las últimas elecciones acaban de volver a poner de manifiesto es que somos 50/50. Si no entendemos que es 50/50, estamos condenados. Por eso todavía queremos buscar un acuerdo. Y personalmente, yo, Benedetti, dije que este acuerdo nacional debe pasar a manos del presidente Uribe. Durante la última década, de diez elecciones presidenciales importantes en este país, Uribe ha ganado ocho. Entonces, lo que hay que hacer es buscar un acuerdo con él en lo que es fundamental en la reforma agraria, en la justicia social, en la justicia fiscal. También en lo que tiene que ver con el medio ambiente, con la transición energética. Sobre estos puntos, sobre la cuestión del desarrollo, sobre la realización de la paz que se ha truncado en los últimos cuatro años. Estoy seguro que se puede llegar a un acuerdo fundamental de que Petro sea el presidente de todos los colombianos y no de una facción del país.

Ernesto Tenembaum: En el tradicional discurso del presidente electo, Gustavo Petro, Uribe fue el símbolo de la clase política tradicional ligada al capitalismo, el narcotráfico y la represión. O Uribe ha cambiado o Uribe no era el que retrató Petro en ese momento. ¿No ves una contradicción?

Armando Benedetti: No veo la contradicción. No es lo mismo el lenguaje y las políticas públicas y la actitud de un Presidente electo de la República que las de un senador opositor. Una cosa es ser la oposición y otra gobernar. Estoy seguro que no estamos en la intención de gobernar o de ir a hacer un acuerdo en base a nuestro programa, porque de lo contrario se terminaría cualquier tipo de conversación o escenario de consenso. Lo que debes buscar en estos programas es lo que ofrecieron o implementaron y ver cómo puedes encontrar ciertos puntos en el aspecto fundamental.

María O’Donnell: En un país tan dividido y donde hay signos de sanación, ¿no siente que la demanda de cambio que representó Petro en esta elección podría frustrarse rápidamente?

Armando Benedetti: Sí, es una dualidad que hay que afrontar. Lo hicimos en plena campaña. En la campaña no solo se podía ganar con la izquierda, había que buscar mucha gente de los sectores del centro, gente del establishment que no estuviera en contradicción con ese postulado. Aquí hay que tener ese equilibrio, pero ese equilibrio es mucho más fácil con el nuestro porque el mismo hecho de que haya una mujer vicepresidenta, afro, que haya una persona que estuvo en la guerrilla que siempre ha aportado al proceso de paz, haber hecho la Constitución de 1991, reconociendo que es un gran cambio en la sociedad.

Incluir zonas céntricas, la estrategia de Gustavo Petro 2:15

Como he advertido antes, no es tan complicado ni tan difícil si tienes la libertad de gobernar sin tantas ataduras como siempre han tenido otros gobiernos. Desde este punto de vista, la gente de hoy ya es feliz. Yo tengo 25 o 30 años en política y nunca en mi vida lo he visto salir en Colombia… Ni en elecciones locales, en Bogotá la Plaza de Bolívar estaba llena, llovía y la Plaza de Bolívar estaba llena .

En mi pueblo de Barranquilla había como 14 o 15 fiestas. Por toda la ciudad, la gente salió a las calles a festejar en los diferentes pueblos; en Cali, que es otra ciudad. Esta alegría pasó aquí en Colombia porque saben que el cambio lo lleva bien alguien que es dado a cambiar. Y si se hacen algunos, algunos en algunas curvas de este camino, hay que entender que también hay un 50 por ciento de Colombia que no estuvo de acuerdo con la propuesta de Petro o que no le gustó o que se dejó llevar por los fantasmas de la expropiación, que vamos a llevar el país a Venezuela, etc.

Entonces de ahí viene esta dicotomía que estoy seguro que se tiene que vivir a favor de todos los colombianos, no de una sola facción.

María O’Donnell: Con la victoria de Gabriel Boric en Chile, de Pedro Castillo en Perú, del actual gobierno de Alberto Fernández en Argentina, ¿usted tiene la sensación, por parte del gobierno electo, de ser parte de un nuevo izquierda latinoamericana? ¿Se siente conectado con los nuevos gobiernos de la región?

Armando Benedetti: El que más nos parece es el de Boric y también bastante parecido a lo que está pasando en Argentina, Bolivia y lo que va a pasar en Brasil. No es ningún secreto que lo que se está formando es un eje donde se fusionarán porque al final el rumbo es el mismo, el idealismo es el mismo y las propuestas son demasiado parecidas. Creo que se volverán a ver, no sé si por casualidad o históricamente, pero llegamos a un escenario que nos gusta lograr en la región donde está la izquierda, el progresismo funciona.

Ernesto Tenembaum: Lo escucho como un negociador, un hombre moderado, un hombre que cree en construir mayorías con los que piensan diferente. Las personas que son así en el mundo a menudo son acusadas de ser traidoras, mansas, tibias. ¿Lo vives?

Armando Benedetti: Yo no. Tengo una sorpresa, aquí tengo fama de ser muy reactivo, muy emotivo, muy directo, muy combativo, etc. Entiendo el proceso por el que hemos pasado durante los últimos ocho meses. Estuve ocho meses con Petro, los siete días de la semana, las 24 horas del día. En la campaña, que fue bastante dura, logramos organizar entre noviembre y el 29 de mayo para la primera vuelta, no para la segunda, cientos de manifestaciones. . Con eso quiero decirte que ojalá no me ponga el swag del «Nuevo Benedetti», pero entiendo con mucha más madurez y tranquilidad que si no se hace lo que te digo, estamos condenados. al fracaso.

Granados Olivas
Camelia Granados Olivas