miércoles, abril 17

Derechos humanos: dos derrotas consecutivas

En apenas cuatro días, el gobierno de Nicolás Maduro sufrió dos graves derrotas en materia de derechos humanos, tan sensible a nivel internacional, la primera tuvo lugar el viernes 7 de octubre, cuando el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra, después de una votación, aprobó renovar por dos años, hasta 2024, el mandato de la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre Venezuela. En la misma resolución, ampliaron el trabajo de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, con sede en Caracas, que deberá observar la situación de estos derechos en el país durante el mismo período. La prórroga del mandato se obtuvo con 19 votos a favor y 5 en contra; 23 países miembros se abstuvieron. Un auténtico peluche. Maduro y su procurador habían trasladado distintas salas para evitar que se difundiera el trabajo de la Misión. Sin embargo, no lograron convencer a las naciones que decidirían sobre las supuestas bondades del régimen venezolano. Según este comunicado, las violaciones a los derechos humanos han cesado y el gobierno actúa en estricto cumplimiento del estado de derecho. Otros gobiernos, con razón, no lo han juzgado así.

La segunda derrota se produjo unos días después. El gobierno de Maduro fue expulsado de la Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el mismo organismo que anteriormente decidió mantener la Misión Internacional. El régimen aspiraba a permanecer en el Consejo otros dos años. Para mantener la presidencia en una organización a la que nunca debió pertenecer, tuvo que competir con Chile y Costa Rica por el puesto que le correspondía a América Latina. Estas dos naciones de la región derrotaron al gobierno venezolano de manera humillante. Chile obtuvo 144 votos y Costa Rica 134. Venezuela apenas alcanzó los 88. Incluso el bloque de 120 países del Movimiento de Países No Alineados, al que Maduro hizo tantos favores, no votó a favor del líder criollo. El régimen venezolano es impresentable e injustificable.

Los países que votaron en ambas elecciones seguramente conocían los informes elaborados por la Misión Internacional Independiente desde 2019, cuando Michelle Bachelet era presidenta del Consejo de Derechos Humanos. Describen con precisión y objetividad la frágil situación de los derechos humanos en Venezuela. Muestra con datos indiscutibles las distintas prácticas delictivas utilizadas por el régimen: ejecuciones extrajudiciales; desapariciones forzadas; detenciones arbitrarias; tortura; tratos crueles, inhumanos y degradantes; sometimiento del poder judicial. A ello se podría sumar la inhabilitación arbitraria de líderes políticos de oposición, el cierre y hostigamiento permanente de medios de comunicación independientes, la represión de manifestaciones pacíficas de ciudadanos que protestan por la falta de luz, agua y transporte público, o la subida galopante de los precios de los alimentos. .

Los informes de la Misión Internacional Independiente exigen la rendición de cuentas de los autores de estos crímenes, muchos de los cuales constituyen crímenes de lesa humanidad, así como la reparación y justicia para las víctimas o sus familias.

Ampliar las tareas de la Misión y excluir a Maduro del Consejo de Derechos Humanos representa una condena categórica a un régimen que continuamente desacata el estado de derecho y ha transformado la persecución, la violencia, el chantaje y el amedrentamiento social y político en una práctica recurrente, sin que exista un autoridad judicial independiente a la que puedan dirigirse los perjudicados; ni una radio nacional masiva o medios impresos a los que puedan acudir para informar sobre la indignación.

El régimen ha convertido a los jueces en vasallos ya los periodistas independientes en enemigos. Con motivo de la tragedia de Las Tejerías, Remigio Ceballos, Ministro del Interior, Justicia y Paz, expresó claramente esta doctrina. Les dijo a los reporteros que cubrían los eventos: ¡No sean tímidos! Es decir, no denunciar para que el país y el mundo no descubran la magnitud del desastre ni las dimensiones de nuestra incompetencia. Dato curioso: las decenas de escoltas de Maduro y otros funcionarios, incluidos los de Ceballos, no resultaron inconvenientes; periodistas, sí

Las dos continuas derrotas de Maduro constituyen también un reconocimiento a la labor de organizaciones como Foro Penal, Cofavic, Provea, Centro de Justicia y Paz, Mundo Sin Mordaza y Human Rights Watch, entre otras, que han asumido la denuncia y defensa de los derechos humanos como un trabajo apostólico.

Maduro no quiere asumir el respeto a la dignidad, la democracia y la libertad en los términos que entiende la cultura occidental. Debes hacerle pagar el precio de su anarquía.

@trinomarquezc

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Hildelita Carrera Cedillo
Hildelita Carrera Cedillo