miércoles, abril 24

Alberto Arteaga Sánchez

La historia del derecho penal venezolano no se puede escribir sin el nombre de Alberto Arteaga Sánchez. Sus aportes doctrinales a la ciencia jurídica son relevantes. Su gestión como Director del Instituto de Ciencias Penales y Criminológicas -hoy Instituto de Ciencias Penales- de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela estuvo marcada por una alta productividad académica y el aporte de obras fundamentales al desarrollo de la esta área del derecho. Lo mismo sucedió cuando ocupaba el decanato de la misma facultad.

Son razones suficientes para justificar la concesión del Premio. alma mater de la Universidad Central de Venezuela correspondiente al año 2022. Este premio fue creado para valorar y reconocer los aportes de los ucevistas que puedan ser calificados como egresados ​​completos. Y eso quiere decir que el egresado que merezca el premio debe haber hecho aportes notables al país ya la universidad, siendo al mismo tiempo un referente de los valores republicanos.

Entre estos aportes relevantes de Arteaga, se pueden mencionar varios. Primero, su gestión como director del Instituto de Ciencias Penales de la UCV, en el que continuó la labor académica iniciada por Tulio Chiossone y Francisco Canestri. Arteaga reemplazó a Chiossone al frente de este instituto. Fue una etapa marcada por una vigorosa actividad académica. Se han publicado dos libros homenaje: Arminio Borjas y Tulio Chiossone. También en esa época llegaron a Venezuela los abogados penalistas extranjeros Jorge Frías Caballero, Jorge de la Rúa y Eduardo Novoa Monreal, quienes investigaban en el Instituto de Ciencias Penales e impartían cursos de posgrado en la UCV. Frías Caballero, además de sus cursos de posgrado, escribió durante su estancia en Venezuela su libro Cuestiones de culpabilidad en el Código Penal venezolano. (además de recopilar varios trabajos suyos bajo el nombre de Sujetos criminales). De la Rúa publicó su libro en Venezuela Delitos contra la confianza en los negocios. Y Novoa Monreal escribió Fundamentos de los delitos por omisión. Todas estas son obras canónicas. Cabe señalar que la presencia de estos profesores visitantes contribuyó a la formación de una generación de penalistas venezolanos. Y esto se hizo bajo la administración de Alberto Arteaga.

Posteriormente, el Instituto fue dirigido por tres criminólogos: Myrla Linares Alemán, Rosa del Olmo y Luis Bravo Dávila, hasta que Carlos Simón Bello, uno de los alumnos más destacados de Alberto Arteaga, asumió la dirección del Instituto. Durante su gestión, Bello impulsó la celebración de eventos internacionales; se crearon la Cátedra Libre José Rafael Mendoza Troconis y la Cátedra Libre de Derecho y Bioética que lleva el nombre del Dr. Augusto León; Se editaron dos libros homenaje: al propio Mendoza Troconis ya Alberto Arteaga (este último copatrocinado por la Academia de Ciencias Políticas y Sociales) También se ha renovado la Biblioteca Tulio Chiossone (así se llama la biblioteca del Instituto).

Mención especial merece la publicación del codigo penal venezolano comentado artículo por artículo, con todos los antecedentes, que se inició por iniciativa de la dirección del Instituto. En 1999 se publicó el Tomo VIII, que recogía los delitos previstos hasta la fecha en el Código Penal. Solo faltaba el volumen relacionado con las fallas. Este trabajo, al igual que los anteriores reseñados, demuestra el sentido de trabajo en equipo de los investigadores y profesores del Instituto.

En segundo lugar, la producción doctrinal de Alberto Arteaga consta de diecinueve libros y más de cincuenta artículos publicados en distintas revistas. Entre sus libros se encuentran: derecho penal venezolano con doce ediciones hasta el momento; La culpa en la teoría general del hecho punibleEl fraude y otros fraudes en el derecho penal venezolano, que fue el primer estudio sobre el tema publicado en nuestro país. Sus libros y artículos se caracterizan por su prosa limpia y clara, lo que facilita el estudio de temas complejos del derecho penal.

De igual forma, en el ejercicio de la cátedra se ganó el respeto de sus compañeros y alumnos por la calidad de sus exposiciones y por su puntualidad. Como docente hacía pensar a sus alumnos y su metodología rompía con las técnicas del calitre y la repetición de datos huérfanos de reflexión.

En tercer lugar, su gestión como Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas se caracterizó por su apertura y tolerancia hacia quienes no pensaban como él. Se realizaron concursos, el posgrado recibió el apoyo del Decano y se fomentó la excelencia académica. Por estas razones, fue reelegido decano por abrumadora mayoría para el período 1987-1990. Al final de su segundo decanato, se jubiló como profesor de tiempo completo. Es por tanto una vida dedicada a la investigación y la docencia en “La casa que vence a la sombra”.

En cuarta posición -y tras su retiro- Alberto Arteaga se dedicó con éxito al ejercicio profesional. En estas funciones fue el defensor del presidente Carlos Andrés Pérez durante el juicio que siguió. Su participación fue apreciada y respetada por todos, porque lo hizo con valentía, decencia y convicción. Por ello, su nombre se ha hecho ampliamente conocido a nivel nacional e internacional. Al mismo tiempo, como litigante, demostró su probidad y compromiso con sus defendidos. Otra característica que hay que destacar.

A ello se suman sus artículos de opinión publicados en la prensa nacional, caracterizados por la precisión y claridad. En estos artículos, Arteaga Sánchez orientaba a la opinión pública sobre temas jurídicos y políticos. El peso de su voz es reconocido a nivel nacional.

Por estos motivos, la Academia de Ciencias Políticas y Sociales ha decidido por unanimidad postularlo al citado premio. alma mater. En dicha candidatura, la Academia señaló que el postulado es “uno de los más notables representantes del pensamiento jurídico venezolano de todos los tiempos”. Suficientes referencias para calificarlo como valor del foro venezolano.

El valor de la doctrina penal venezolana se debe, en gran medida, al trabajo realizado por el Instituto de Ciencias Penales de la Universidad Central de Venezuela. Así, en un hermoso acto académico realizado ayer en la sala «E» de la biblioteca de la UCV, el profesor Arteaga recibió el galardón Alma mater.

En medio de todo, en el centro está su capacidad de hacer, su calidad humana, su sencillez, su constitución interior y su impulso creativo. En pocas palabras: tenemos que celebrar el precio alma mater de la Universidad Central de Venezuela 2022 otorgado a un republicano integral: Alberto Arteaga Sánchez.

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Hildelita Carrera Cedillo
Hildelita Carrera Cedillo